CAFÉ SIN AZÚCAR

 



Quizás los días de sol no son tan claros, ni los días nublados son tan grises.

Quizás no encuentres aquello que buscas, cuando lo que debes hacer es no buscar y simplemente observar. Las cosas más efímeras pasan por delante nuestro en pequeños detalles y somos incapaces de percibirlos.

Solo aquel que mira las cosas con inocencia, sin juzgarlas, con la ignorancia del desconocimiento es capaz de apreciar la esencia de las cosas.

Bon jour Toni, hoy el café habla solo. Philippe, me dejaba perplejo con sus saludos matutinos, a saber que habría hecho ya con la cafetera, no sería la primera vez que me tengo que tomar un café de sobre, por qué el ingeniero de manual ha intentado arreglar la máquina.

Buenos días, manazas ¿qué has hecho ya para que el café hable? Moisés a tu lado fue un aprendiz separando las aguas. Philippe sonrió y apretó el botón de la máquina para rellenar de cafeína mi taza, hasta ahí todo normal, me la sirvió y volvió a sonreír. Eso ya no era tan normal, tanta sonrisita y sin decirme nada.

Mira que eres desconfiado, tan solo te he dicho que el café habla solo y tú ya estás imaginado que he roto la máquina, alguien anda preocupado y no es por la cafetera. Solo le faltaba un turbante en la cabeza y una bola de cristal en las manos, que rabia de adivino, pero volvía a acertar.

Bien pues si no la has roto ponme un café sin azúcar. De forma  imperativa, le hice saber cuál era mi prioridad.

Está bien aquí lo tienes. Te explicaré porque te digo que el café habla solo. Me han enviado un estudio que describe a las personas según la bebida que toman y me parece muy curioso este estudio sociológico. Verás lo que dicen de los que toman café solo y sin azúcar:

“No se acobardan ante nada y prefieren ir con la verdad por delante. La vida ya tiene suficiente sabor y no necesita añadirle nada más”.

¿Qué te parece? No sé si encajas en ese perfil. –Y me mostró el artículo de cierta revista, para que verificara que no era una invención suya.

Me gusta la definición, la verdad es que me gustan las cosas naturales, el toque de dulzura o de amargor ya te lo pone la vida. –Y Philippe me señalaba con el dedo índice, identificándome con el artículo.

Bien, ya te he aclarado la frase, ahora dime que te tiene preocupado.          Habría tenido futuro el gabacho como negociador, no te dejaba otra opción que acceder a sus peticiones.

Ando preocupado por Amadou, la semana pasada no apareció por el bar y no suele fallar a su cita de los martes y los jueves. Amadou era un nómada de la venta, a lo largo de la semana se desplazaba con su maleta por varias ciudades, donde solía tener una clientela fija, esperando sus novedades en ropa y bisutería.

Sí es cierto no lo vi y muchos clientes preguntaron por él. –Philippe no lo decía pero era el mejor promotor de Amadou,  yo sabía que ponía al día a la clientela sobre los días que lo podían encontrar en la cafetería.

Contacté con Nadia, para vernos y explicarle el tema, pero debe estar muy ocupada, me dijo que me avisaría en cuanto pudiera para quedar. Ya hacía unos días que había contactado con ella  y tenía a la espera la publicación de un artículo relacionado con el tema.

No te preocupes, Nadia es mujer de palabra. Una subinspectora de policía debe ser una persona muy ocupada, seguro que pronto se pondrá en contacto. –Philippe seguía hablándome de Nadia como si la conociera de toda la vida, pero no había manera que me contara de que la conocía.

Verás, tengo el presentimiento de que algo le ha pasado, ya sé que no lleva una vida fácil y que está expuesto a muchos peligros, pero él ha sabido adaptarse a esta nueva vida y con nota, sería injusto ahora que está haciendo progresos para avanzar y normalizar su situación, algo lo estropeara. Había movido muchos contactos, recabado mucha información de cómo poder sacar a Amadou de la situación en la que se encontraba  y al final di con la forma.

Me presentaron a un activista que presidia una asociación pro derechos humanos, que se dedicaban a contactar empresarios, con inmigrantes sin papeles. El tema estaba que al poder conseguir un contrato de trabajo, podían acceder al permiso de residencia. Conseguí poner a Amadou en su lista de candidatos a obtener un contrato de trabajo.

Amadou estará bien, quizás está abriendo mercado, visitando nuevas ciudades, o simplemente se habrá tomado unos días de descanso. – Philippe intentaba rebajar mi preocupación, pero  sabía como yo, que eran poco probables cualquiera de las situaciones que me exponía.

No lo creo Philippe hace justo una semana, que su teléfono no da señal y te aseguro que él siempre lo lleva encendido, es más, al ser de prepago  yo le hice la ultima recarga, por si había novedades con el contrato me avisara de seguida. Lo que no le dije a Philippe, es que tenía una llamada perdida suya, justo del último día que estuvo operativo su móvil.

¿Crees que lo ha detenido la policía y lo han expulsado del país? Buena pregunta había planteado, la policía ya había identificado a Amadou más de una vez, pero lo único que habían hecho era requisarle la mercancía que llevaba encima y amenazarlo de denunciarlo por robo, al no poder demostrar la compra de nada de lo que llevaba.

Es una posibilidad, pero creo que eso ya hubiera sucedido la primera vez que lo identificó la policía. – Lo grave es que al no hacerlo, seguramente el agente que le confiscó las cosas se las quedaría como en otros tanto casos, una práctica habitual. El denunciar suponía entregar el material confiscado.

Y la gente para la que trabaja, la que le suministra la ropa y la bisutería, esos que son unos mafiosos ¿podrían esa gente haberle hecho algo? El tono de Philippe fue disminuyendo a medida que planteaba la pregunta, queriendo no creer lo que estaba diciendo, su voz se entrecortaba.

Philippe no podemos estar especulando con cosas que no sabemos  y será mejor que las dejemos de pensar, todo tiene que tener una explicación razonable y no tiene por qué ser trágica. –Tanta insinuación empezaba a desconcertarme, sabía que los planteamientos de Philippe tenían mucha lógica y en el fondo yo pensaba igual que él, pero no era momento de ponerse en plan pesimista y debíamos empezar a movernos.

Voy a contactar con todas las asociaciones de acogida y entidades públicas relacionadas con los inmigrantes, seguro que en el periódico puedo obtener más información y tú, tanto que conoces a Nadia, contacta con ella que al igual a ti te hace más caso.

 

Comentarios

  1. ufffff.....el tema comienza a ponerse interesante....la vida es como un café sin azucar...INTENSA.

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