UN BLOODY MARY A LO TOM CRUISE
Me sentía eufórico tras la charla con el Padre Ángel, había una posibilidad de que mi artículo fuera publicado y no me importaba de qué manera se fuera a realizar. En este caso para mí el fin justificaba sobradamente los medios aunque a Sandoval no le fuera hacer ninguna gracia. Así que encaminé la avenida dirección a la cafetería, tenía el día libre, tal cual lo había decido Ana y pensaba tomármelo. A esas horas del día, previas al almuerzo había bastante movimiento de gente por el local de Philippe, sin ser un día festivo había conseguido que los jueves al mediodía fuera el día del brunch, dejando aquellas viejas tradiciones de servir paella para locales más tradicionales. Yo como buen seguidor del auténtico brunch, el que dio nombre a la tradición, el que se celebraba en el barrio del Bronx de Nueva York, cuando los fieles al salir de misa, al mediodía se reunían para tomar un tentempié, mezcla de desayuno y comida para recuperar fuerzas después de los canticos y bai...